

Podemos definirlo como el primer café floral, que se caracteriza por ser una auténtica dosis de adrenalina. Un juego de contrastes entre flores blancas y granos de café, donde se destaca la tensión entre las luces y las sombras, entre el blanco y el negro. Una fragancia dirigida a una mujer rockera, sexy, moderna y rebelde. La salida está formada por pimienta rosa, flor de azahar y pera. El café y el jazmín forman el corazón y, en el fondo, la vainilla, el pachulí y el cedro completan este perfume.
Podemos definirlo como el primer café floral, que se caracteriza por ser una auténtica dosis de adrenalina. Un juego de contrastes entre flores blancas y granos de café, donde se destaca la tensión entre las luces y las sombras, entre el blanco y el negro. Una fragancia dirigida a una mujer rockera, sexy, moderna y rebelde. La salida está formada por pimienta rosa, flor de azahar y pera. El café y el jazmín forman el corazón y, en el fondo, la vainilla, el pachulí y el cedro completan este perfume.